• Contacto
  • Cuentos

Sembrar en el Infinito

Sembrar en el Infinito

Archivos de etiqueta: Soledad

Cultivar la «Muchedad»

29 sábado Dic 2012

Posted by Ana Escobar Cirujano in Uncategorized

≈ 8 comentarios

Etiquetas

Alicia en el País de las Maravillas, Ecología Emocional, Límites, Misterio, Muchedad, Silencio, Soledad, Vínculo

 “Canta el ave aunque la rama cruja, porque sabe de sus alas”

  

En una escena de la versión de Tim Burton de Alicia en el País de las Maravillas, el Sombrerero le dice a Alicia: “Antes eras mucho mucho más… “muchísimo” ahí adentro. ¡has perdido tu muchedad!”

alicia-en-el-pais-de-las-maravillas-5

Has perdido tu muchedad….

El Sombrerero conoció a Alicia cuando era una niña, la primera vez que resbaló hasta el país de las Maravillas. Ahí Alicia todavía tenía su muchedad. Luego, en su segundo viaje, la Alicia casi adulta ya no era la misma.

Muchas veces, cuando tengo la oportunidad de vislumbrar la muchedad que hay en las personas con las que me encuentro, cuando puedo detenerme a conversar con calma, cuando observo lo que somos capaces de hacer, me acuerdo de esta frase del Sombrerero. ¿Cómo es posible que a veces perdamos nuestra muchedad, que no la veamos, que no la mostremos…?

Porque los seres humanos somos mucho, muchísimo, ahí adentro.

Pero parece que no basta con tenerla, sino que es necesario ser conscientes de ella y, sobre todo, cultivarla. Se me ocurre pensar que un secreto para mantener (y hacer crecer) lo mucho que somos “ahí adentro” tiene que ver con el respeto y el cuidado de algunos espacios interiores que a veces olvidamos. Hay territorios que han de abonarse. Cuidarse. Cultivarse. De no hacerlo, nos vamos haciendo poco, poco, hasta casi desaparecer. Para recuperar la muchedad (para tenerla, para agrandarla) es necesario cultivar con cuidado espacios como la Intimidad, la Soledad, el Silencio y el Misterio, además de celebrar los Vínculos con los otros.

La intimidad, el espacio personal, aquél que no tenemos por qué compartir si no lo deseamos. El rincón propio, ordenado (o desordenado) a nuestro gusto, decorado con los recuerdos que nos hacen bien, con las imágenes que deseemos revisitar, con los encuentros pasados o por venir, con nuestras músicas, con los olores que evocan en nosotros emociones confortables. Ese rincón de nuestra casa interior al que podemos dejar pasar a quien nosotros deseemos, cuando nosotros queramos, o que podemos mantener sólo para estar nosotros, ahí, en soledad.

A veces, perdemos incluso la conciencia de la necesidad de intimidad. Otras, nos sentimos obligados a compartirlo todo, como si en ello hubiera más verdad. Pero respetar nuestro rincón de intimidad no significa que ocultemos nada, simplemente… que hay espacios que no necesitan estar a la luz, para así poder aportarnos luz y hacer que podamos aportarla a los demás.

La soledad. Estar solos para poder mirar desde el silencio. Para poder tener calma. Para poder callar. Para leer, para pensar, para cultivar un huerto, para pasear, para cerrar los ojos, para soñar, para recordar, para respirar, para… estar.  Estar solos y cultivar la soledad como un valor nos permite establecer vínculos con otros desde la autonomía y el respeto. Desde el deseo de estar con el otro, más que desde la necesidad del otro. Cultivar la soledad es cultivar la libertad de elegir con quien queremos compartir nuestros espacios, nuestros tiempos y nuestra vida.

El silencio. No simplemente el estar callados, sino estar en silencio. El silencio por dentro. Poder callar los gritos o los susurros de nuestro propio pensamiento. Conectar desde el silencio con el presente absoluto. Silencio para escuchar lo que ocurre fuera. Silencio para escuchar lo que ocurre dentro. Silencio para escuchar a quien está frente a nosotros, a nuestro lado. Silencio para acompañar a otros con nuestra presencia. Y silencio para crear. Silencio como lienzo en blanco sobre el que dibujar nuevos paisajes.

El misterio.

Ayer, mi hijo de 5 años volvió a sorprenderme con su manera de observar el mundo. Íbamos en el coche y la carretera se llenó de niebla, y de pronto me dijo: “mira mamá, qué de niebla. Es como un misterio. Me gustaría saber qué hay detrás de la niebla. A mí me encantan los misterios”. Me dio la risa, y se me saltaron las lágrimas de la emoción. Tan pequeño, con su vocecita, diciéndome lo que para mí es una clave para vivir. La niebla es una oportunidad para explorar lo que hay más allá. Buscar lo no sabido, lo no conocido, y celebrar la posibilidad de la búsqueda, del descubrimiento.

Sólo hay respeto por el otro (por los otros, por lo de afuera) si sabemos aceptar, como una riqueza, el misterio que suponen para nosotros. Aceptar y disfrutar el misterio es permitir que la vida nos sorprenda. Cuando necesitamos conocerlo todo… necesitamos controlarlo todo. Pero todo no se puede controlar, ni todo se puede conocer. A veces ocurre que no es fácil sostener la tensión entre el deseo de conocimiento, y la aceptación de que no podemos conocerlo todo. Pero no sostener esa tensión significará perdernos la posibilidad de cambiar, e impedir a otros la posibilidad de cambio. Aceptar el misterio, la posibilidad de lo imprevisible, desde la confianza de que sabremos “improvisar” ante lo nuevo que viene, nos permite vivir sin hacer fósiles a nuestro alrededor. Sin fosilizarnos nosotros mismos. Permitir la imprevisibilidad del otro, e incluso… la nuestra.

Establecer los límites. No significa poner barreras, no significa levantar muros infranqueables entre nosotros y los otros. Simplemente es ser generosos con nuestros espacios para aprender así a respetar los de los demás. En la medida en que yo soy capaz de definir y respetar mis límites, seré también capaz de admitir que los demás pongan los suyos, puedan decirme que no… o que sí, sin que ello suponga una barrera. Tener puertas y ventanas en nuestra casa interior, que orienten a los otros de por dónde pueden entrar, de cuándo es necesario llamar, de hasta dónde es posible acceder. Tener puertas y ventanas que nos permitan a nosotros tener claro el espacio que contiene nuestra “muchedad”, para alimentarla y hacerla crecer.

Y… celebrar el encuentro con el otro. Celebrar los vínculos. Somos con y en los otros. Cada encuentro es un acontecimiento, una celebración, un descubrimiento que permite trascenderse a uno mismo para ser transformado por otro legítimo diferente. Cuando nos encontramos nos redibujamos. En el proceso de descubrir al otro nos descubrimos, seguimos trazando camino, pero no distinto, pues no había caminos antes del encuentro. Todo es encuentro. Con cada encuentro, caminamos.

Volviendo al País de las Maravillas, Alicia va recuperando su muchedad y al final logra enfrentarse y vencer al Galimatazo, un dragón temible que a través del miedo mantenía el reinado de la malvada Reina Roja. Cuando Alicia vence al dragón… la Reina Blanca recupera su corona.

alice-jabberwocky

Igual que Alicia, si cultivamos nuestro “muchísimo ahí adentro”, nos será más sencillo hacer frente a nuestros propios dragones, como el miedo a ser inadecuados, a no poder, a no saber… las creencias sobre nosotros mismos y el mundo que nos hacen poco, pequeños, que nos limitan y nos restan muchedad. Dragones feroces a los que es mucho más fácil “entrenar” o vencer si somos conscientes de nuestro propio valor, cultivado a través del respeto a esos espacios a proteger. Y allí donde no hay miedo… aparece la confianza en nuestra propia muchedad, y la de los demás.

Porque somos mucho mucho muchísimo… ahí adentro.

Compartir

  • Haz clic para enviar un enlace por correo electrónico a un amigo (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en Facebook (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)
  • Haz clic para imprimir (Se abre en una ventana nueva)

Me gusta esto:

Me gusta Cargando...

Entradas recientes

  • Nada de lo humano me es ajeno
  • comienza
  • Certezas
  • De Valor y de Precio
  • Y entonces tú, en su busca vendrías, a lo alto
  • Intuición
  • Trampas del deseo
  • A un niño hay que soñarlo
  • La voz de la poeta
  • hortensias blancas
  • Él nos hará
  • La verdad más allá de la magia
  • River flows in you
  • De libertad y poder
  • … y nos obliga a ser orilla
  • «El nuevo Filósofo del Martillo»
  • Hay alternativa… y ellos lo saben
  • Caleidoscopios del ser
  • El arte de la espera
  • El Valle Inquietante

Archivos

  • febrero 2016
  • enero 2014
  • diciembre 2013
  • octubre 2013
  • septiembre 2013
  • agosto 2013
  • junio 2013
  • mayo 2013
  • abril 2013
  • marzo 2013
  • febrero 2013
  • enero 2013
  • diciembre 2012
  • noviembre 2012

Categorías

abismo Alicia en el País de las Maravillas Alternativa Amor Antonio Canova aprendizaje Belleza Chantal Maillard cinco elementos clara campoamor continuidad conversación creatividad creencia creencias cuento del príncipe y el mago David López demorar el refuerzo Ecología Emocional El nuevo Filósofo del Martillo el tiempo Empatía Enigma Eros y Psyche espera esperanza estancia Filosofía gratitud Hilos Huir ideal internet julio cortázar Jóvenes las emociones Lenguaje Levinas libertad Libreslaserie literatura Lucidez Luis Rodríguez Fotógrafo Límites magia Mar Mario Benedetti Marçal Font Espí medicina tradicional china melodía miedo Misterio Muchedad música Nietzsche poder Poesía Política realidad Responsabilidad River Flows in You Yiruma rostro del otro salto ser Silencio sin embargo Soledad Tomorrow's song Valle Inquietante verdad viento volar Vínculo wolfgang pauli Ólafur Arnalds

Más en el infinito

  • Carlos Candel
  • Refamilia y otros enredos
  • Con estacas y bramante
  • Stingo y Escobar
  • Calle del Orco
  • madriZconagallas
  • EXISTENCE !!
  • BUTOSOFIA
  • Haciendo la calle
  • larevueltadelasneuronas
  • Ssociólogos | Blog de Actualidad y Sociología
  • Miriam López Maqueda
  • HRLab
  • Asociación Interdisciplinar
  • Efímero
  • Blog Cuaderno de Materiales
  • Blog de Centro Abierto
  • Cartografía Emocional
  • Luisón
  • María Ancochea Toscano

Meta

  • Registro
  • Acceder
  • Feed de entradas
  • Feed de comentarios
  • WordPress.com

Ana Escobar

Blog de WordPress.com.

Carlos Candel

Narrativa bajo las escamas y más...

Refamilia y otros enredos

Con estacas y bramante

Stingo y Escobar

Coaching para la vida para actores y actrices

Calle del Orco

Blog de Literatura. Grandes encuentros

madriZconagallas

Turismo con arrestos por la mejor ciudad del mundo

EXISTENCE !!

le blog de philosophie imprévisible de Jean-Paul Galibert

BUTOSOFIA

ars nascendi

Haciendo la calle

El blog de Silvia Sánchez. Periodista

larevueltadelasneuronas

Liberar el tiempo del mando, la ilusión del dinero, el deseo de la opulencia

Ssociólogos | Blog de Actualidad y Sociología

Blog de Actualidad y Sociología

Miriam López Maqueda

HRLab

El laboratorio de ideas de Recursos Humanos

Asociación Interdisciplinar

Blog de la Asociación Interdisciplinar de Estudiantes de Filosofía (UCM)

Efímero

Escombrera filosófica

Blog Cuaderno de Materiales

Revista de Filosofía

Blog de Centro Abierto

Un proyecto de equilibrio y sostenibilidad emocional

Cartografía Emocional

Aventuras de un Coach Ejecutivo - Un blog de José Luis Pérez Huertas

Luisón

María Ancochea Toscano

Privacidad y cookies: este sitio utiliza cookies. Al continuar utilizando esta web, aceptas su uso.
Para obtener más información, incluido cómo controlar las cookies, consulta aquí: Política de cookies
  • Seguir Siguiendo
    • Sembrar en el Infinito
    • Únete a 42 seguidores más
    • ¿Ya tienes una cuenta de WordPress.com? Accede ahora.
    • Sembrar en el Infinito
    • Personalizar
    • Seguir Siguiendo
    • Regístrate
    • Acceder
    • Denunciar este contenido
    • Ver sitio web en el Lector
    • Gestionar las suscripciones
    • Contraer esta barra
 

Cargando comentarios...
 

    A %d blogueros les gusta esto: